La irrupción del coronavirus en primavera de 2020 hizo que el 61% de los emprendedores de todo el mundo, y el 59% de los españoles, considerasen que sus empresas se enfrentaban a una situación que, quizás, no podrían superar. Esta es una de las conclusiones de un estudio coliderado por la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, que ha sido presentado a los socios de CESUR este martes, 1 de junio.

Ana Pérez-Luño, Catedrática en Organización de Empresas de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, y Co-investigadora principal del estudio junto con la Catedrática en emprendimiento Ute Stephan de King´s College (Londres), ha ofrecido en un encuentro online los resultados de su investigación bajo el título Apoyando el emprendimiento durante la pandemia: estudio internacional sobre resiliencia y bienestar emprendedor.

El trabajo, que comenzó en abril de 2020, analiza cómo la llegada de la pandemia ha afectado a los emprendedores tanto de forma económica como de forma psicológica, incidiendo en su bienestar social y relaciones sociales. En el estudio han participado 5.206 emprendedores de 23 países, lo que representa las tres cuartas partes del PIB y el 56% de la población mundial.


Según los datos arrojados por el estudio, el principal problema al que se enfrentaban los emprendedores de todo el mundo en abril de 2020, era la disminución del volumen de negocio (75%). Ello conllevaba retrasos en los pagos (28%) y problemas en la facturación (27%). Por sectores, gastronomía, turismo y comercio al por mayor junto con servicios a empresas son los que más han sufrido la pandemia.

“En España el principal problema ha sido la bajada volumen de negocio, hemos identificado situaciones muy complicadas en varios participantes en el proyecto”, ha asegurado Ana Pérez-Luño, quien añade que “realmente la situación sanitaria ha tenido consecuencias en la situación financiera, y ambas han tenido una gran influencia en la salud mental de la población. La salud mental de la población en general ha mermado bastante”.

El estudio ha medido también el bienestar de los emprendedores antes y durante el covid. En casi todos los países, el bienestar psicosocial ha disminuido de media un 12%, mientras que en España se alcanza un 17%: “Que la satisfacción disminuya ese porcentaje es bastante alarmante”, ha alegado la investigadora. 

Entre los resultados obtenidos destaca que, en esos dramáticos momentos, China y Australia son los países más optimistas, sin embargo, España es el segundo país más pesimista del estudio. Por otro lado, el 42% de la muestra tiene capacidad para identificar nuevas oportunidades, una cualidad que afecta positivamente a las perspectivas de crecimiento y al bienestar social del país.

“El mundo empresarial ha sufrido, pero aquellas personas que han encontrado el bienestar social y psicosocial han sido capaces de detectar nuevas oportunidades, perspectivas de crecimiento, han sido las que más han sobrevivido y las que han lidiado con el estrés de forma más exitosa”, ha asegurado Ana Pérez-Luño, quien también ha presentado en este foro 5 herramientas para mejorar el bienestar psicosocial de los empresarios.

La intervención de Ana Pérez-Luño ha sido presentada por Carmen Cabello, directora del Departamento de Organización de Empresas y Marketing de la UPO, quien ha destacado la internacionalización de la investigación expuesta.