El pasado 15 de julio, el vicepresidente de CESUR,  Fernando Seco, compareció la Comisión de Estudio sobre la Recuperación económica y social de Andalucía a causa de la pandemia del COVID-19. A continuación os dejamos el texto completo que contiene las medidas que Fernando quiso trasladarles.


MEDIDAS PARA PALIAR LA CRISIS Y DE REACTIVACIÓN ECONÓMICA

Gracias señorías por tener en cuenta en sus comparecencias a CESUR, Círculo de Empresarios del Sur de España, una asociación privada e independiente, compuesta por empresarios y altos directivos de Andalucía y Extremadura, con sede en Sevilla, y cuyas empresas facturan el equivalente al 20 por ciento del PIB andaluz. Somos si no la primera, con seguridad, la segunda asociación de empresarios española por número de empresas asociadas, más de 140. CESUR se caracteriza por su compromiso con Andalucía para proponer, alentar y ayudar a sacar iniciativas y proyectos que mejoren las condiciones socioeconómicas de sus habitantes. Sus empresas se distinguen por su apuesta por la Responsabilidad social con su entorno y por su afán de innovación y crecimiento sostenible. Esto genera empleo y actividad económica sostenible. Nacimos para mejorar estas condiciones, analizadas siempre desde un punto de vista profesional. En las 7 comisiones de trabajo que tenemos operativas, con una docena de empresarios en cada una, les aseguro que están a título voluntario, empeñando tiempo y trabajo, en considerar las mejores propuestas en beneficio de la comunidad.

A estas alturas de la vida de esta comisión, habrán pasado por esta sala multitud de personas e instituciones, y habrán escuchado multitud de ideas y proyectos. Además, tengo que felicitarles, porque el índice de materias sobre las que tratar en la comisión, da idea de que saben perfectamente las direcciones que tenemos que tomar.  



Permítame, por tanto, que me centre en unos pocos puntos, que considero estratégicos, sobre los que basar las medidas necesarias para paliar la crisis y la reactivación económica. Y si deciden seguir algunas de estas propuestas, nos encontrarán en el camino para arremangarnos y trabajar codo con codo.

Esta crisis, como consecuencia del parón económico por restricción de la movilidad que ha causado las medidas adoptadas por el Gobierno para contener la pandemia del Covid-19, ha tenido 4 efectos principales: el paro (en forma de ERE o de ERTE), la falta de liquidez de las empresas, el cierre de muchas empresas pequeñas y la incertidumbre sobre el futuro.

Algunas de las medidas que el gobierno de España ha implantado y le ha seguido la Junta de Andalucía, porque era bueno, ya están en marcha y fueron solicitadas por nosotros y por toda la comunidad empresarial. A saber: dotar de liquidez a las empresas para mantenerlas con vida y para propiciar su recuperación. Se ha hecho con avales a créditos ICO y con avales de la Junta, al tiempo que se han aplazado el pago de algunos impuestos. Estas medidas tendrán que seguir en el tiempo, y principalmente en los sectores más afectados por la ausencia de turismo en Andalucía.

Mientras la actividad económica y, especialmente el turismo, no vuelva a estar a pleno rendimiento, el coste de mantener esas medidas es elevado. Por eso hace falta un dinero –muchísimo dinero- que no tiene ni la junta ni el Estado. Dinero para seguir pagando los ERTEs y el paro excesivo, y dinero para mantener la actividad empresarial y para relanzarla donde se pueda en estos momentos.

Hay dos vías para obtener dinero o financiación: dinero público a través de Europa. Y dinero privado a través de fondos y de los propios empresarios. La mayor parte del dinero público que provenga de Europa tendrá que ir a satisfacer las necesidades del sistema, pues además de lo que se ha gastado, con los impuestos no será suficiente para cubrir esas necesidades, ya que la recaudación será evidentemente más baja  por la menor actividad económica. Otra parte de ese dinero de Europa debe ir, necesariamente, a esa reactivación económica de nuestra autonomía. Esperemos que en los próximos días la Comisión Europea de luz verde a los fondos, con sus lógicas garantías.

Al dinero público se ha de unir el privado para esta re-conversión. Si no será imposible acometerla. En España y en Andalucía. Hay mucho dinero privado en forma de fondos de inversión y de los propios empresarios. Estos fondos son claves para el desarrollo de una política conjunta de reconstrucción público privada. Hace año y medio propusimos a la consejería de Hacienda impulsar esta colaboración que acogieron y asumieron con mucho interés. Incluso el Gobierno de España está también trabajando sobre ello, haciendo de la necesidad, virtud.  Y nosotros también.

Es necesario un marco jurídico adecuado que se traduce, en concreto, en modificar la ley de desindexación de la economía española, Ley 2/2015, de 30 de marzo, y el Real Decreto 55/2017, de 3 de febrero.  Básicamente, la modificación consistiría en cambiar una fórmula de tipo interés de rentabilidad, para que fuera interesante al capital privado de los fondos invertir en grandes infraestructuras. Actualmente la rentabilidad de esa ley se limita al 2,5 por ciento, aproximadamente. Y nadie la ha utilizado. Por eso es necesario hacer atractiva esa rentabilidad. Que no tiene por qué ser de dos dígitos.

Este mínimo cambio es decisivo para la reconstrucción económica de Andalucía.  Pues permitirá invertir, bajo la fórmula público privada, en infraestructuras que necesitamos para ese desarrollo. Estamos hablando de carreteras, puentes, ferrocarril, puertos y aeropuertos; infraestructuras energéticas;  infraestructuras de acceso al agua, tanto canalizaciones, como presas o saltos; regadíos; etc,

Imagínense señorías que empezamos a construir todas estas infraestructuras, tan vitales para la agricultura, para el turismo, para la logística de transporte.  Una inversión que genera mano de obra intensiva en cantidades ingentes y que podrían sustituir temporalmente a aquella que se empeña en el turismo. Una inversión que queda para el futuro, para su uso y usufructo. Una inversión que multiplica sus usos, al permitir el desarrollo agrícola –mediante infraestructuras asociadas al agua y a la energía renovable-, la transformación de los productos agrícolas con empresas de transformación y mantener –e incluso aumentar- la población en zonas rurales.  Que permite el desarrollo turístico: donde no hay agua, no hay nada. Que permite el desarrollo de la actividad logística, en conexión con puertos y aeropuertos, por carretera y ferrocarril.

Es verdad que esta ley es nacional, pero se tienen que empeñar ustedes y sus grupos, en empujar y conseguir aprobar esta modificación. Es buena para toda España.  Y verdaderamente, debería de ser una de las primeras en aprobarse para la reconstrucción. Me consta que está en la agenda y en la cabeza del Presidente, pero hace falta unión y mayorías, y cada uno de ustedes tiene su grupo parlamentario en Madrid.

Hasta aquí, he desarrollado la necesidad de fondos para la reconstrucción y la manera de conseguirlos. También el desarrollo básico de lo que debe ser la colaboración público privada sobre la ley y el Real Decreto mencionados. Y el destino sectorial de esos fondos en infraestructuras y su importante generación de empleo y riqueza por influir directamente en otros sectores productivos, a mi modo de ver estratégicos para Andalucía.




Profundicemos en cuáles serían esos sectores estratégicos. O lo que es lo mismo, qué sectores pueden ser el motor de la recuperación económica y pueden ser sostenibles en el tiempo, y pueden hacer de Andalucía una comunidad rica y sostenible.

No queramos ser originales. O llevados por los vientos de la moda. Tenemos que mirar hacia lo que tenemos y los recursos naturales que disponemos, y a partir de ahí construir. En este sentido es obvio que contamos con la agricultura y el turismo como dos sectores que siendo principales, podemos desarrollarlos mucho más. Entre los recursos naturales que disponemos está el sol, el mar y el mineral. De aquí se desprenden toda una industria orientada a la energía renovable –fotovoltaica, de biomasa, eólica, mareas-; otra orientada a los productos que salen del mar y su transformación; y la industria mineral y su transformación. 

En este punto quisiera ponerles dos ejemplos de industria de transformación sobre los recursos naturales de que disponemos. En el sector del aceite, somos los primeros productores mundiales y gracias a Dios, somos los primeros transformadores de la aceituna y envasadores por industrias como Migasa o Aceites del Sur o Ybarra o Aceites Maeva o Dcoop o Estepaoliva. Además de otras muchas más pequeñas. Con todo lo que supone de inversión, empleo directo e indirecto, impuestos etc. Esto es tener la riqueza en tu territorio y que se quede en tu territorio. En el ámbito de la minería. Tenemos minas de cobre, explotadas por compañías extranjeras, tratando el material en Huelva y transformado por una compañía andaluza en Córdoba, como es Cunex. Es verdad que también pasa con el mármol de Macael, en Almería, o el aguacate y el mango en Málaga y Granada. Pero hay todavía muchos sectores o productos con los que se puede hacer lo mismo.

De esta transformación de los sectores básicos, puede ser un mayor incremento del peso de la industria en nuestra economía. Estamos de acuerdo todos en que el peso de la industria tiene que ser mayor porque da mucha estabilidad, el empleo es de mayor calidad por lo general, los sueldos mejores y aguantas mejor los vaivenes de la economía, además de dar continuidad al empleo durante todo el año. Tenemos que hacer un esfuerzo, por tanto, para mantener lo que tenemos y aumentar sobre lo que ya tenemos y lo nuevo sobre los recursos de sectores primarios como ya he comentado. Tenemos industria Química, tenemos industria de Defensa, aeronáutica, nuevas tecnologías, de servicios profesionales.

Servicios profesionales. No es industria, pero es un sector en crecimiento y que tenemos que aprovechar. Dos ejemplos recientes: EY y Deloitte han localizado en Málaga y Sevilla, respectivamente, sus centros de apoyo y servicio a las nuevas tecnologías. Industria limpia. La des-localización y el llamado tele-trabajo, llevan a poder tener grandes centros de personas cualificadas con alto nivel adquisitivo en nuestro territorio. Y como una cosa lleva a la otra, tenemos ante nosotros la posibilidad de dar un gran salto cuantitativo en las nuevas tecnologías, facilitando que puedan investigar y vivir. La inversión la harán los privados. Lo que importa es no ponerles trabas. Y tienen el mejor clima, la mejor gastronomía, un nivel de vida más barato que en el resto de España y también una mano de obra más barata. Hay que prestarle los demás servicios que requieren: universidades buenas con centros de investigación y transferencia tecnológica, que ya tenemos, pero se puede tener más; colegios y escuelas bilingües y de calidad. Comunicaciones. Etc.

La industria cultural tiene que dar el salto a la colaboración público-privada. Sinceramente, no querría que estas palabras mágicas se convirtieran en un mantra o en un lugar común vacío de contenido. Si no, nos cargamos el invento. En este sector, con tan abundante patrimonio histórico por explotar y, por tanto, a día de hoy abandonado, se pueden hacer muchísimas cosas. Pero tienen que dar el salto y no querer controlarlo todo. Porque lo público no llega, señorías. Y menos en tiempos de crisis, que es cuando más sufre la cultura. Tenemos castillos, palacios, iglesias, monumentos, que la historia nos ha dejado y que debemos saber explotar. Ayer mismo hablaba con la consejera para que atendiera a unos empresarios que quieren poner en valor algunos bienes históricos abandonados. Quien pone el dinero tienen que gestionar para recuperar el dinero y poner en valor ese monumento. Y la junta deberá velar por que así sea. Punto.

Educación. Señorías, nosotros tenemos mucha relación directa con el mundo educativo, tanto con profesores como con alumnos de bachillerato. Por las dos actividades que realizamos en ese ámbito fruto de nuestra responsabilidad social como empresarios y personas. Porque queremos una educación de calidad para tener una sociedad de calidad. Solo dos cosas puesto que esta comisión quizá no es el marco. Atención y desarrollo de la FP y FP dual de calidad. Y atención y desarrollo de las facultades de pedagogía o educación, de donde salen los profesores que enseñarán a nuestros hijos. Por favor.

Para llevar a cabo toda esta colosal tarea de recuperación económica y social, de manera inteligente y sostenible, sin ponerse ninguna traba mental, es necesario o es condición sine qua non, varias cosas para hacerla realidad.


1.      El dinero, del que ya hemos hablado.

2.      Saber lo que vamos a hacer, que lo sabemos. Y el gobierno andaluz lo sabe. Me consta.

3.      Simplificar administrativamente los trámites. Tanto en la administración andaluza como en la local. Me parece un logro y un fracaso, al mismo tiempo. Que se haya aprobado la ley de simplificación administrativa (que venía a reducir cerca de un 10 por ciento esos trámites, algo así como un centenar) es un logro histórico que otras comunidades deberían seguir. Es un fracaso que esté la norma en el tribunal constitucional por causas ajenas a la simplificación administrativa y no se puedan llevar a la práctica. Me consta que los procesos de simplificación administrativa forman parte de un plan más ambicioso, y solo estamos en una primera fase. Por favor, dense prisa, pues una legislatura termina casi a los dos años. No sé por qué pero es así, los tiempos de la vida real no coinciden con los de la política. Por desgracia. Mi animo y apoyo a que sigan profundizando en esta materia de simplificación.

4.      Junto a la simplificación administrativa, se encuentra la agilidad administrativa. Tenemos un problema muy importante en Medio Ambiente, por su paralización a cuenta de funcionarios y grupos ecologistas extremos. Precisamente, la inversión de 1000 millones de euros para llevar a cabo el Plan Verde de Andalucía, o lo que es lo mismo, las obras en infraestructuras hidráulicas a las que me he referido antes, dependen de este ámbito de la administración. Este tapón hay que quitarlo. Señorías, nos ponemos a su disposición para ayudar a quitar es tapón. Pero la administración debe de tener las herramientas suficientes para que fluya la obra hidráulica, tan necesaria para que el agua llegue allí donde se la necesita. Y las organizaciones ecologistas han de ponerse a la par con empresarios y administración para desbloquear esta situación. Por que en lo básico, estamos de acuerdo.

5.      Tenemos que llegar a acuerdos políticos y sociales amplios para sellar planes estratégicos a largo plazo en sectores fundamentales. Que sean profesionales y que se mantengan en el tiempo intocables. Estoy hablando de 20 años. Por su puesto revisables. Pero un diseño de un plan que se vaya cumpliendo año a año, legislatura a legislatura. Porque el fracaso de todos los planes que se han hecho con anterioridad es notorio. Vean los planes industriales. O los pactos por el agua. Ninguno ha salido. Y todos se renuevan en cada legislatura. Señorías, así no progresaremos nunca. Los tiempos políticos, como decía antes, no pueden marcar la marcha de la economía real y del progreso social. Un ejemplo. Conocerán como estaba Bilbao después de la reconversión industrial de los años 80. Una porquería. Pues bien, se sentaron las administraciones pertinentes, los empresarios y poco más. Hicieron un plan que se llamaba Ria Bilbao 2000. Lo pactaron. Lo sellaron. Lo acometieron un año tras otro año, con independencia de quien gobernara en Bilbao, en el País Vasco o en España. Y ahí tiene el resultado. Eso es acometer un plan estratégico a largo plazo. Y a nosotros nos hace falta un plan estratégico a largo plazo industrial. Y un plan estratégico a largo plazo entorno al agua, que implica agricultura, que implica turismo, que implica construcción, que implica energía. Estos dos planes, como mínimos. El de simplificación administrativa, también debería de estar aquí. Y los que quieran ustedes añadir.

6.      Una última consideración. Estos planes los acometen las empresas con el apoyo de las distintas administraciones. Si queremos que la empresa andaluza sea la protagonista, y lo será sin duda, hay que facilitar que las empresas pequeñas puedan convertirse en empresas medianas y grandes, que son las que tendrán capacidad de acometer toda esta recuperación. Nosotros nos ocuparemos de que mejoren su gestión, de que implanten procesos de digitalización, de que consigan financiación etc. Ustedes, ayúdennos a quitar las trabas administrativas, impositivas y laborales existentes actualmente para el mejor y mayor desarrollo de las empresas. Pregúntense sino, porque hay tanta pequeña empresa, tanta que no pasa de 50 empleados. Porque superado ese umbral, te hacen la vida muy complicada, señorías.

Muchas gracias por su atención y por su trabajo. Quedo a su disposición ahora y siempre,