El pasado viernes, 8 de marzo, CESUR junto con KPMG socio de CESUR, ha presentado el informe: Global Automotive Executive Survey (GAES) 2019 

Los datos del informe los ha presentado Begoña Cristeto, Socia de KPMG, y posteriormente se ha procedido a un coloquio de la mano de Gerardo Perez, Presidente de Faconauto.




El nuevo ecosistema de movilidad: una visión del ejecutivo y el consumidor.

Los cambios que está sufriendo la movilidad en todo el mundo tendrán un fuerte impacto en muchos eslabones de la cadena de producción de automóviles y, como no podía ser de otra manera, también en su forma de distribución. En el caso de Andalucía, este asunto no es baladí ya que en 2018 la actividad económica de los puntos de venta de supuso  el 3,2% del PIB regional, equivalente a 6.254 millones de euros, y dio  empleo a 17.553 profesionales. Según los resultados de una reciente encuesta recogida en el XX Informe Global sobre Automoción de KPMG, los concesionarios deberán  afrontar  importantes transformaciones de  aquí a 2025.

La combinación de unas condiciones adversas de mercado, junto a la complejidad creciente de la incorporación de nuevos productos y servicios a un ritmo acelerado conforman el escenario en el que se está viviendo una de las mayores y más disruptivas transformaciones del sector de la historia reciente.

A continuación os dejamos algunas de las conclusiones que se han extraído en la jornada:

·      Los concesionarios deberán reinventarse para convertirse en socios estratégicos de las marcas, y en alianza con otras industrias rentabilizar su posición de ventaja como punto de contacto con el usuario

·      Los retos de la movilidad abren la puerta a nuevos modelos de negocio basados en los datos y con el cliente en el centro.

.      Los consumidores sitúan al vehículo híbrido como primera opción de compra.



Según el informe, uno de los aceleradores principales, es el cambio de tendencias y hábitos del consumidor, marcados por una mayor demanda de servicios de movilidad frente a la fórmula tradicional de la propiedad del automóvil lo que le aporta flexibilidad, inmediatez, facilidad de uso, un menor coste total y en general una asignación más eficiente de los recursos disponibles. Esto unido a una mayor concienciación social, que está determinando el avance hacia la descarbonización de la economía exigida y marcada por el regulador. El resultado es la aparición de nuevos vehículos con tecnologías alternativas de propulsión y las restricciones en la movilidad que empezamos a ver en grandes ciudades.

Unas características que parecen evidenciar que no habrá una única solución tecnológica. En este contexto, los directivos del sector automoción opinan que el futuro de su negocio pasa por el desarrollo de diversidad de tecnologías que vendrán determinadas según el país, el uso del vehículo, los recursos disponibles y, sobre todo, la creciente relevancia del regulador. Así, a nivel mundial se estima una distribución bastante equitativa de la fabricación entre vehículos eléctricos de batería (VEB, 30%), híbridos (25 %), vehículos eléctricos de pila de combustible (VEPC, 23%) y motores de combustión interna (MCI, 23%) para 2040, con los VEB a la cabeza de la lista, según la encuesta recogida en XX Informe Global sobre Automoción (GAES, por sus siglas en inglés) de KPMG.

Asimismo, según lo manifestado por los  consumidores a nivel global, los híbridos representan la elección número uno como próximo automóvil, seguidos muy de cerca por los de MCI; mientras que se muestran menos interesados que en ediciones anteriores en los vehículos de batería y en los de pila de combustible.

 Además, la conectividad y la digitalización, asociados a la progresiva implantación del vehículo conectado, se consolida por otro lado, como la primera tendencia del sector hasta el 2030 y que da paso a nuevos modelos de negocio basados en el nuevo activo: los datos

 


Todos estos retos implican importantes inversiones, el posicionamiento en nuevos ámbitos de la cadena de valor y muy probablemente la necesidad de alianzas y cooperación para poder afrontar con éxito el objetivo de acompañar y fidelizar al cliente en una relación de más largo plazo con cliente que se extenderán antes, durante y después de la compra.

Para Begoña Cristeto, socia de KPMG en España, “estamos ante una nueva tormenta perfecta, que sitúa a la industria de automoción ante retos complejos y que obligarán, a diferencia de lo ocurrido en el pasado, a incorporar nuevas capacidades fuera de sus competencias tradicionales, para responder a las demandas de nuevos servicios de un consumidor más exigente. No obstante, el sector en España, cuenta con experiencia contrastada y ejecutivos cualificados que han trabajado intensamente para hacer de esta industria un sector competitivo en escenarios adversos y globales y está ya trabajando para posicionarse en este nuevo ecosistema de movilidad. Y en el caso de Andalucía el reto sin duda es lograr la transformación de los concesionarios, tan importantes en esta región, en el sentido de reconvertirse en gestores de la movilidad y no solo en vendedores de automóviles, como venían siendo hasta ahora”.

Fusión de movilidad y logística

Las expectativas de un ecosistema conjunto de movilidad y logística están aumentando: un 60% de los directivos coinciden en que en el futuro dejaremos de diferenciar entre transporte de personas y de mercancías. Dato significativo porque se trata del porcentaje más alto que se manifiesta en este sentido  a esta pregunta desde el inicio de la encuesta. Dieter Becker: “Una cosa está clara: ninguna empresa va a ser capaz de gestionarlo sola. Los directivos se están concienciando, el 83 % de ellos asumen que con el surgimiento de nuevos modelos, las empresas deberán replantearse la necesidad de cooperación para crear un ecosistema de movilidad. La empresa que ofrezca la mejor experiencia de cliente para personas y mercancías probablemente será la propietaria de la plataforma”.  

 


Gerardo Pérez, presidente de la patronal de los concesionarios, Faconauto, ha indicado al respecto que “el sector está inmerso en un cambio, con retos propios y otros que son comunes al resto de sectores. En lo que se refiere a los concesionarios, creo que tenemos que ser capaces de trasladar esos retos a realidades concretas que pasarán, sí o sí, por el cliente. Tenemos que ser capaces de automatizar y digitalizar todos los procesos que no dan un valor añadido al cliente para centrarnos, justamente, en todo eso que sí marca la diferencia en el proceso de compra de un coche. Seguramente esto nos obligue a cambiar cosas en nuestros modelos de negocio, pero lo que sí tenemos claro es que la distribución de vehículos será hecha por los concesionarios” Y añade que “al respecto, no podemos perder de vista que ya vivimos en un ecosistema híbrido: digital/analógico, propiedad/uso, movilidad/disfrute o hardware/software… este ecosistema nos marca el ritmo, y lo tenemos que tener muy claro. De este modo el concesionario se adaptará a los nuevos tiempos, el fabricante debe ayudar, y si no es capaz de seguir a las redes, permitir su evolución. Hoy hay tanta estandarización que el concesionario no puede avanzar al ritmo deseado porque su fabricante no se lo permite”.