El pasado lunes 20 de mayo, junto con nuestro colaborador especial IESE Business School analizamos la perspectiva de las empresas sobre el futuro del empleo y las competencias profesionales. 

La investigadora senior del IESE María Luisa Blázquez, ha presentado las principales conclusiones del informe realizado con la participación de 53 empresas representativas de la economía española. Tras su intervención tuvo lugar una mesa coloquio en la que intervinieron la Secretaria General de Educación y Formación Profesional, Olaia Abadía García de Vicuña, El Secretario General de Ordenación de la Formación, Miguel Ángel García Diaz, Eugenio Barroso, CEO de MP Corporación y Presidente de la comisión de industria de CESUR, María Luisa doctora Investigadora Senior de IESE y moderada por Felipe Rubio, Director de Recursos Humanos de Airbus.

Las grandes empresas españolas detectan carencias en la capacidad tecnológica y la actitud de quienes contratan, pese a que el 76 por ciento de ellos son universitarios o graduados en enseñanzas medias y, una parte significativa, sobrecualificados para sus empleos, según un estudio del IESE.

La investigadora senior del IESE María Luisa Blázquez, ha destacado que estas deficientes capacidades y actitudes laborales detectadas se agravarán en España en los próximos años por el cambio que impondrán la digitalización, robotización e internacionalización de la economía en los nuevos perfiles laborales.

Este estudio, basado en entrevistas a directivos de 53 grandes empresas que emplean a casi 450.000 trabajadores, parte de un informe de la OCDE que indica que el 33 por ciento de los españoles están académicamente sobrecualificados en sus empleos, dadas sus titulaciones superiores.




Pese a ello, el 72 por ciento de los directivos declaran tener problemas para encontrar a las personas con las capacidades específicas que necesitan contratar. Otro 68 por ciento de los empleadores no encuentran universitarios con el conocimiento tecnológico requerido para sus empleos, mientras que el 48 por ciento tampoco identifican alumnos de formación profesional con las suficientes capacidades tecnológicas. Blázquez aconseja, por ello, que el sistema educativo español refuerce la formación en ingenierías, ciencias y matemáticas, y que extienda las habilidades tecnológicas a todos los niveles educativos.

Junto a la deficiente capacitación tecnológica, el estudio del IESE también alerta de carencias en las actitudes laborales de muchos universitarios y diplomados españoles. El 52 por ciento de las empresas no encuentran universitarios con una suficiente capacidad de comunicación, y otro 56 por ciento tampoco identifica a egresados con las necesarias capacidades de trabajo en equipo. Tampoco encuentran una adecuada actitud de "adaptabilidad y resiliencia" en el 72 por ciento de los universitarios contactados y otro 34 por ciento carecen de la suficiente actitud de iniciativa, según estos directivos. Blázquez opina que estos datos aconsejan que el sistema educativo español apueste por "una formación menos teórica", que no se base "sólo en el conocimiento", sino también abarque las capacidades y actitudes del alumno.

Los empresarios piden más colaboración entre todos los actores educativos, así como entre ellos y las empresas, mientras que el 87 por ciento de los encuestados demandan "un papel más activo" del mundo empresarial en la evolución de los conocimientos y capacidades del personal que necesitan y su traslación a los planes de formación. Los incentivos fiscales para financiar la formación que las empresas se ven obligadas a proporcionar a sus empleados para suplir las carencias que observan en el personal salido de las universidades y los centros de formación profesional es otra reivindicación de los directivos. Igualmente aconsejan adelantar a edades más tempranas la orientación de los alumnos y adaptar los módulos de FP al mapa económico de cada comunidad autónoma.

Este trabajo sobre el empleo y las competencias profesionales del futuro del IESE parte de la "preocupación clara" por la situación del empleo en España y el cambio en los perfiles profesionales que las empresas van a necesitar en muy pocos años. El IESE alerta del "grave problema" del desempleo en España, en especial el juvenil y recuerda que la formación profesional atiende al 24 por ciento de los jóvenes de entre 25 y 34 años, un porcentaje inferior al 36 por ciento de la UE o al 34 por ciento de la OCDE.

También se señala que el paro tiene "una correlación clara" con el nivel de estudios, pues el nivel de ocupación entre universitarios es 32 puntos porcentuales superior al de personas sin estudios.